Jueves sin clases en la facultad… por suerte salió el sol después de un miércoles a pura tormenta.
Llegada la noche, fui a cenar a la casa de mi hermana, junto con Federico y sus hijos. Esas cenas entre tanta gente son siempre un show, por un motivo u otro.
Cuando volví, terminé la noche como consejero sentimental telefónico de una amiga. (crease o no, me estaban preguntando sobre el amor a mi!)