Resumir por qué las empresas son una caja no es un trabajo menor, pero básicamente podria enunciar algunos puntos comunes a todas ellas: (y a estas alturas lo hago por amor al arte, digamos)
- Consideran a las personas como objetos que rinden una X cantidad de producción a una Y cantidad de dinero. El empleado ideal es el que cumple con la inecuación X > Y.
- No aceptan que nada ni nadie se salga del libreto asignado: todo cambio, opinión o ligero atisbo de contar con una persona que piensa y toma decisiones por si misma es un peligro de magnitud y debe ser aislado, negado o eliminado a la brevedad.
- Hacen del lema “nadie es indispensable” su piedra angular. (En versión vernácula: La maquina de hacer chorizos no distingue de donde provino la carne, todo chancho sirve para un embutido).
- Su arquetipo ideal de “recurso humano” es sumiso, manso, acepta la ley del matarife sin cuestionar, sea por necesidad económica, por ingenuidad o por simple servilismo.
- Temen más al inteligente que al desleal, como también prefieren al trepador antes que a aquel que tiene convicciones y moral propia. Tanto el desleal como el trepador son predecibles y manejables (sea con dinero o con astucias varias), mientras que el inteligente puede ser impredecible, y el honorable es inmanejable.
Para no extenderme demasiado, creo que puedo dejar de listar cuestiones, con 5 suficiente.
Antes que alguien alegue “eso pasa en empresas grandes”, he trabajado en multinacionales gigantescas, en medianas empresas y en pequeñas startup, y en todas vi las mismas situaciones.
Los meritos no existen, el que piensa es peligroso, y el que quiere un salario acorde a sus capacidades está loco de atar, se paga lo que dice “la media del mercado” y listo.
No por casualidad, en estos tiempos, soy desocupado por elección.