Treinta temas son los que formarán parte del nuevo disco de Joaquín Sabina, el cual ha decidido nombrar Números rojos, y saldrá a la venta en un formato poco usual: disco ? libro.
Los temas de meditación e introspección son los que han inspirado a Sabina para hacer el sucesor de “Diario de un peatón”, pero esta vez incluirá varios plus y rarezas.
A pesar de considerarse ya un “jubilado” de las giras, Joaquín sigue escribiendo temas maravillosos, mismos que le han valido la invitación a la segunda edición de el Festival de la Palabra en México.
El trabajo de dos años que encierra Números rojos, se podrá apreciar también en las rarezas que traerá en CD ? libro, además de lados B, ilustraciones y más temas inéditos.
Joaquín Sabina no para por proyectos, y ya está pensando en también escribir un libro con cartas en coplas, de personalidades como el Fito Páez, Silvio Rodríguez y hasta el Subcomandante Marcos.
Aunque asegura que superar el problema vocal que tuvo hace tres años no le fue fácil, advierte que tiene muchos proyectos en fila y que “hay Sabina para rato”.
Parece que Joaquín hizo cambio de planes sobre el nuevo disco. Mas información click aqui.
Quisiera decir lo que ya ha dicho el maestro, pero eso es imposble, Sabina se salta la frase de Borges de que “un hombre es todos los hombres” y se convierte en el estandarte de la voz poética que fluye como un amnantial, cuando se acabe Sabina, la sensibilidad del hombre si quedará de alguna manera en números rojos.
Un poeta que canta renace cada año de los esqueletos de sus almanaques y se apodera otra vez de las telarañas que lo imantan y que guardan tras de sí la búsqueda del aleph de las sensaciones. Una canción de Sabina, cualquiera de ellas es eso, una búsqueda de la plenitud. Pero la plenitud es una tierra prometida, no existe, lo que sí existe es este Moisés cargado de poesía que camina como nadie por los barrios llenos de sensibilidad que llevan a ninguna parte o a todas. El autor de números rojos nunca estará en números rojos porque su emoción interna ha descubierto la puerta que abre la finitud del señor infinito o la desnudez de la señora infinito como con las majas de Goya, creo que Joaquín tendría clara su elección.