Increiblemente llegamos a septiembre… el tiempo vuela y en un abrir y cerrar de ojos se nos pasa el año. Hoy domingo, Gonzalo organizó un asado en su casa, por lo que a eso de las 12 del mediodía, despúes de hacer algunas compras, agarré las llaves del auto y cuando llegué a la cochera me enteré que mi auto no estaba, por lo que no tuve más alternativa que tomarme el bondi. De todas formas llegué a tiempo y le di una mano a Gonzalo en la parrilla para preparar el asado. La tarde se pasó entre el asado, el cafe, el té, y un par de juegos de mesa. La pasé muy bien, y cuando ya se hizo tarde (alrededor de las 20 hs), Gonzalo me alcanzó con el auto hasta mi casa. (es un capo!)
Antes que me olvide, si por casualidad alguien está leyendo y quiere leer la bitácora del mes pasado, tiene que ir a la sección archive.