Una semana después de lo previsto, por fin he asistido a clases. No estuvo tan mal, a pesar de lo que uno podría haber pronosticado. Suerte que me encontré con Gonzalo para cursar una materia, que si no, seguramente se hubiera hecho bastante más pesado. Así que por ser el primer día de clases fue bastante light, aunque ya mañana el rally sigue su marcha y me tendré que despertar temprano para cursar Fisica 2. Esperemos que el asunto siga por sus carriles sin mayores contratiempos.
Tema aparte, fui a la peluquería a cortarme el pelo, que ya lo tenía muy crecido y casi incivilizado. Está vez no me hice ningún color raro en la cabeza, y probablemente voy a llamar la atención por eso.